1 Pedro 3:17 Queridos amigos, ustedes ya saben estas cosas. Así que manténganse en guardia; entonces no serán arrastrados por los errores de esa gente perversa y no perderán la base firme que tienen.
«Jaque Mate» es la expresión que se utiliza en el ajedrez cuando el oponente ha sido más hábil en sus estrategias, y finalmente, ha logrado atrapar al rey de su oponente logrando así su victoria.
Desde los tiempos de los Apóstoles, existía una problemática que encontramos siempre alrededor de la Iglesia. Recién se estaba extendiendo el evangelio y se estaban consolidando las diferentes Iglesias, cuando rápidamente surgieron los falsos maestros, los falsos apóstoles y las falsas doctrinas que buscaban hacer caer en el «error» a la Iglesia de Cristo.
Esta es una situación que vivimos hasta el día de hoy. Según los versículos con los que comienza esta entrada, como creyentes, debemos estar en guardia para no ser arrastrados por el error de gente que pervierte el evangelio y la sana doctrina, ya que esto ocasionaría la ruina de aquellas Iglesias que caigan en el error y finalmente, la ruina de los creyentes que participen de aquello. Encontraremos que la «base firme» de la que habla Pedro en los versículos anteriores, son una enseñanza que Jesús predicó, la parábola de los hombres que construyen su casa. En esta parábola Jesús habla de dos hombres que construyen su casa (su vida). Uno la construye en arena y otro la construye en una roca, ¿cuál es la diferencia? Que el que construye en arena no tiene una base solida y eventualmente todo lo que ha edificado caerá, y en contraste, el que construye sobre el fundamento de la palabra de Dios estará sobre una roca firme que no será removida sin importar lo que venga.
La pregunta que me he estado haciendo desde hace unos días es: ¿Puede un engaño ser tan sutil, que tenga la capacidad de engañar a los que ya están engañados, y a su vez a los que están en guardia para no ser engañados? Es decir, ¿Puede un solo engaño ser bidireccional?
He estado notando que las falsas doctrinas que han estado afectando recientemente, son movimientos que afectan a los que las creen, pero al mismo tiempo, están afectando a los que no las creen. Creo que esto es tan sutil, que eventualmente puede provocar que la Iglesia caiga en un tipo de Jaque Mate, donde ésta se vuelve inefectiva y discapacitada.
Rápidamente puedo pensar en algunos movimientos que han predominado últimamente y estos, aunque no son nuevos, están creciendo en influencia:
Hemos escuchado de muchas Iglesias que han abrazado un movimiento de «Híper Gracia», en donde se presenta una gracia barata como una licencia para el libertinaje y una vida de pecado.
También hemos escuchado de Iglesias que toman el emblema del «amor de Dios» como una excusa para no renunciar a una vida de pecado, y creer que el amor de Dios acepta todo como tal, acepta a todos como son (sin necesidad de cambiar) y al final, vencerá sobre el infierno y nadie perecerá porque el «amor de Dios» es tan grande, que vencerá.
Así mismo, hemos escuchado de Iglesias «Relevantes» que solo buscan la aceptación de la cultura y de la moda actual, haciendo un esfuerzo en tener una apariencia «cool» y «novedosa». Esta Iglesia se deja llevar por las tendencias y las modas que surgen en la cultura «secular».
Estas tres tendencias que he mencionado no son las únicas que existen, de hecho el numero de las que hay actualmente sobrepasa aún lo que imaginamos, pero quiero mencionar estas tres porque son tendencias que de alguna manera he podido presenciar mas de cerca.
Estas falsas doctrinas o movimientos, realmente están creciendo y cada vez se escucha más de ellas, pero a pesar del crecimiento de éstas, las Iglesias que estamos en guardia para procurar la sana doctrina y evitar el error, hemos tenido el discernimiento para identificarlas y exponerlas. Cada vez que escuchamos de alguna Iglesia que cae en esta situación, hay un profundo dolor en el corazón y finalmente, un celo que nos impulsa cada vez más a ser firmes en lo que creemos y a luchar por la sana doctrina.
¿En qué sentido estos engaños pueden engañar a los que están en guardia y en contra del error?
En reacción a estas corrientes que se están levantando, muchos tomamos la postura de exponerlas y rechazarlas por completo. Enseñamos a la gente que «no todo lo que brilla es oro», lo que quiere decir que las doctrinas que se enseñan, por más «brillantes» que se sean, no precisamente están en lo correcto (no son oro).
El peligro que he estado notando, es que por rechazar el brillo de las doctrinas que no son oro, dejemos de hablar del oro que brilla.
La realidad es, que la doctrina más fundamental de la fe en la Iglesia, es la doctrina de la gracia. Los Apóstoles en el Nuevo Testamento hacían un gran énfasis en la gracia, ya que la salvación es por gracia y la santidad es posible a través de la gracia que nos capacita.
La tentación de los que estamos en guardia, es querer omitir el tema de la gracia para no parecer Iglesias de «híper gracia».
Hace unos días, un amigo que es muy firme en la sana doctrina, subió una frase en una red social celebrando la gracia de Dios. Lo que me llamó la atención, es que instantáneamente cristianos, que supongo que están «en guardia», comenzaron a cuestionarle y criticarle como un cristiano de «híper gracia». Entonces me pregunto, ¿Porque hay personas que enseñan»híper gracia», ya no podemos predicar de la gracia?
Si ya no predicamos de la gracia, entonces ¿en qué nos convertiremos? La respuesta por lógica es que nos convertiremos a la ley, nos haremos legalistas, ¡nos haremos fariseos!
Según el evangelio de Juan, la crucifixión, es el amor de Dios manifestado a la humanidad. El amor de Dios se manifestó en la cruz, haciendo posible la redención de la humanidad. De la misma manera, en el Nuevo Testamento, los Apóstoles, hacían un gran énfasis en el amor de Dios, entonces me pregunto, Si algunos enseñan herejías del amor de Dios, ¿Ya no debemos enseñar del amor de Dios?
Si no se enseña del amor de Dios, los creyentes caminarán en condenación y en ilegitimidad ante Dios, lo cual hará de su cristianismo, una religión con un yugo pesado.
Finalmente, hace un tiempo, hicimos algunos cambios de logística en la Iglesia. En estos cambios se hicieron remodelaciones y algunos proyectos estratégicos para alcanzar personas en nuestra comunidad. Instantáneamente, mientras hacíamos estos cambios en nuestra Iglesia, hubo personas que nos advertían de tener cuidado de permanecer en la sana doctrina y de no caer en el error de querer ser una Iglesia «relevante».
Entonces me pregunto, si pintar una pared de la Iglesia nos vuelve herejes ¿No podemos tener instalaciones presentables?
Cuando mi esposa y yo recién nos casamos y nos mudamos al lugar en donde vivimos, lo primero que hicimos fue decorar nuestro hogar. Permitir que éste se viera presentable, tanto para nosotros, como para nuestras visitas, pero, si la Iglesia hace lo mismo, entonces está en una herejía y quiere ser cool y «relevante».
Si pretendemos evitar el cambio, la actualización en la Iglesia, y comprender la cultura en la que vivimos, la realidad es que será muy complicado poder entender las necesidades de los que nos rodean y nos desconectaremos de la gente.
Los Apóstoles en el Nuevo Testamento, conocían su cultura, conocían lo que estaba sucediendo a su alrededor y conforme a esto, advertían a la Iglesia de peligros que habían, pero a la vez, instruían de las oportunidades que tenían para alcanzar a los no creyentes. Si nos aislamos de la gente, ¿cómo escucharán el mensaje de salvación? Si no entendemos nuestro alrededor ¿cómo intercederemos y actuaremos?
Si como Iglesia, reprendemos la «hiper gracia» y por temor a parecer de los de la «híper gracia» no enseñamos de la gracia, estamos en «Jaque Mate».
Si como Iglesia reprendemos el amor «inclusivista» de Dios pero tenemos temor de enseñar del amor de Dios por tener reputación de inclusivistas, estamos en «Jaque Mate».
Si como Iglesia reprendemos a lo «relevante», pero tenemos temor de hacer cambios y mejoras en nuestras Iglesias por tener temor a ser «relevantes», estamos en «Jaque Mate.
No todo lo que brilla es oro, pero el oro también brilla.
No dejemos de hablar de las verdades bíblicas, solo porque otros estén abusando de ellas.
Gualo Salinas.
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