Prácticamente es una tarea casi imposible dimensionar de una manera puntual todo lo que fue perjudicado de una manera importante por la pandemia que recientemente atravesamos como humanidad. Estoy seguro que dentro de los próximos años seguiremos descubriendo los estragos ocasionados en los diferentes ámbitos de la vida de las personas al ver diferentes tipos de «secuelas» que se manifestarán como un patrón que harán evidentes las necesidades de la sociedad.
Pero aunque no pudiéramos decir con exactitud todo lo que fue afectado, tampoco podríamos decir que no sabemos las áreas que principalmente fueron afectadas. Realmente a la fecha existen evidencias medibles que nos muestran cómo es que esta pandemia nos afectó, y cómo es que las dinámicas de vida han cambiado.
Así como en la parábola del buen samaritano, Jesús nos enseño que como iglesia, debemos ser aquellos quienes están dispuestos a amar y servir a su prójimo de una manera comprometida e intencional.
Si hay un momento en el que esta parábola puede ser latente es en este tiempo, (aunque lo ha sido desde que Jesús la enseñó). Recientemente el mundo ha sido «asaltado» y «golpeado» por un ladrón, una pandemia que ha dejado a la sociedad en el suelo mal herido.
¿Cómo vamos a servir a este, nuestro prójimo?
Es sumamente importante saber de una manera más específica cómo es que podemos servir a nuestro prójimo y para hacerlo así debemos responder: ¿qué áreas han sido grandemente afectadas en nuestra sociedad?
Así que por medio de esta entrada quiero compartir contigo cuatro áreas que hasta la fecha sabemos que han sido grandemente afectadas:
1.Relaciones interpersonales
Si hubo un cambio realmente impactante es cómo las relaciones interpersonales fueron afectadas. Como consecuencia del aislamiento, de las dinámicas digitales, de los trabajos en casa, de el cierre de establecimientos para recreación, como sociedad hoy en día estamos luchando contra las consecuencias de vivir poca calidad en nuestra interacción con otros.
Es importante saber que en la Biblia encontramos que Dios no nos diseñó como seres humanos para vivir solos o en aislamiento. Cuando Dios creó a la humanidad dijo: «No es bueno que el hombre esté solo», y fue entonces que creó a Eva y posteriormente les dio la instrucción de multiplicarse.
Fuimos creados para vivir en comunidad, justamente algo que caracterizó a la iglesia primitiva. Ese sentido de familia y de comunidad.
Es por esto que no es de sorprendernos que al vivir un par de años fuera del diseño original que Dios nos dio como humanidad, enfrentemos graves problemas.
A continuación quiero compartir algunos datos relevantes:
Reducción de interacción social con amigos y familia: un estudio realizado por la empresa de investigación Ipsos en 2020 encontró que el 59% de los adultos en todo el mundo informaron haber reducido su contacto social con amigos y familiares debido a la pandemia.
Problemas familiares: un estudio de la Asociación Americana de Psicología en 2021 encontró que el 61% de los padres informaron que la pandemia había afectado su relación con sus hijos, y el 58% informó que la pandemia había afectado su relación con su pareja.
Problemas de sociales: Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología en 2021, el 48% de los adultos informaron sentir ansiedad social durante la pandemia.
A pesar de que estas estadísticas son tan negativas, a la vez, deben de ser una señal que nos invita a la iglesia a ser la luz y la respuesta a las necesidades del mundo. Si hay algo que el evangelio produce en nosotros a parte de el cambio en nuestras vidas, es ayudarnos a vivir en una comunidad en la que predomina el amor, la paz y la esperanza en Cristo Jesús.
2.Salud mental
Ansiedad y depresión: un estudio de la Fundación Kaiser Family en los Estados Unidos encontró que el 53% de los adultos informaron sentirse ansiosos durante la pandemia, mientras que el 32% informó sentirse deprimido.
Estrés: según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología en 2021, el 84% de los adultos informaron sentir un aumento del estrés durante la pandemia.
Problemas de descanso: según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología en 2021, el 67% de los adultos informaron que su calidad de sueño había empeorado durante la pandemia.
La salud mental es un tema realmente relevante para nuestra sociedad hoy en día. Por lo mismo, es un tema que socialmente se está queriendo «responder» de diferentes maneras.
Para nosotros como seguidores de Jesús, sabemos mejor que nadie cómo es el evangelio, la buena noticia de Jesús la que trae sanidad a nuestro interior. Es la presencia de Dios la que trae la paz que tanto necesitamos como sociedad.
3.Pérdidas
Aunque obvio, es necesario tener en mente que el tiempo de pandemia no solo fue un tema de restricción o limitaciones sino que para muchos fue un tiempo de pérdidas.
Tanto en salud, como en empleos, como en la vida de algún ser querido, las pérdidas dejaron un fuerte peso que abruma el alma de muchas personas.
Pérdidas de trabajo a nivel global: el Foro Económico Mundial informó que la pandemia ha llevado a la pérdida de 255 millones de empleos en todo el mundo en 2020, y que la tasa global de desempleo podría alcanzar el 10,5% en 2021.
Esto sin duda, afecta en muchos sentidos la estabilidad de la vida de familias e individuos que han sufrido cambios tan drásticos en un tiempo tan difícil.
Es importante como iglesia recordar que la consolación del que llora es algo que caracterizaba a la iglesia en sus inicios y en la actualidad, no será la exepción.
Que podamos ser conscientes del dolor y la aflicción de tantos que están agobiados y podamos ser ese abrazo de consuelo y empatía.
4.Un aumento en la búsqueda de Dios
Como consecuencia de lo anterior, hay un dato que aunque es difícil saberse o medirse con certeza, personas intencionalmente buscaron crecer en su búsqueda de Dios.
Aumento en la oración: En una encuesta separada de Pew Research Center realizada en julio de 2021, el 27% de los adultos estadounidenses dijeron que habían «rezado» con más frecuencia debido a la pandemia.
En una encuesta de Ipsos realizada en junio de 2020 en varios países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y España, el 22% de los encuestados dijeron que habían experimentado un aumento en su fe o espiritualidad durante la pandemia.
Esto, sin lugar a dudas es una noticia relevante a la iglesia. Si las personas buscan a Dios, es señal de un despertar y de una oportunidad para poder gritar al mundo en dónde es que ese Dios que tanto busca y anhela puede ser encontrado: en la persona de Jesús.
En resumen
En resumen a los puntos anteriores que he compartido, mi intención es que juntos podamos ver cómo dentro de todos los retos y situaciones difíciles que hemos enfrentado como sociedad, al mismo tiempo es y ha sido un tiempo de mucha oportunidad para que como iglesia podamos aumentar el volumen con el que comunicamos las buenas noticias.
Regresando a la pregunta inicial: ¿Cómo vamos a servir a este, nuestro prójimo?
De acuerdo a lo que sabemos por estadística:
-Siendo esa comunidad que nuestro prójimo está desesperadamente buscando para acabar con la soledad que es consecuencia del aislamiento.
-Siendo quienes pueden comunicar el mensaje que transforma el corazón, la mente y que trae estabilidad y paz a aquellos quienes luchan con una falta de paz interior y salud emocional.
-Siendo aquellos cuyos oídos están atentos al clamor de las personas que desesperadamente necesitan empatía y consuelo después de pérdidas.
La gente necesita a Dios y el mundo está buscando respuestas.
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